En la Corporación de Infancia, el rol de nuestros trabajadores sociales es fundamental. Son ellos quienes, con profundo compromiso y una sólida vocación de servicio, se dedican a la protección y desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad. Su labor es la base sobre la cual construimos el acompañamiento diario que necesitan para sentirse seguros, valorados y con un horizonte lleno de posibilidades.
¿Qué Hace un Trabajador Social en la Corporación de Infancia?
Los trabajadores sociales de nuestra corporación desempeñan una amplia variedad de funciones enfocadas en mejorar la calidad de vida de los niños, niñas y adolescentes. Su trabajo incluye la evaluación de situaciones familiares, la intervención en crisis, el diseño y seguimiento de planes de protección, y la colaboración constante con redes de apoyo y otras instituciones. Además, actúan como mediadores y defensores, asegurando que los derechos de cada niño y niña sean respetados y promoviendo un entorno saludable para su crecimiento emocional, social y educativo.
Perfil del Trabajador Social: Vocación, Empatía y Fortaleza
El perfil de los trabajadores sociales de nuestra corporación va más allá de la formación académica. Son personas con una capacidad de empatía y entrega que los lleva a actuar desde el corazón, entendiendo el impacto que cada gesto y cada acción puede tener en la vida de los niños. La sensibilidad, el respeto y el sentido de justicia son valores que llevan consigo en cada intervención, en cada visita y en cada momento compartido. Además, muestran una fortaleza interior y resiliencia indispensables para enfrentar los desafíos diarios de su trabajo, sin perder de vista su misión: brindar amor, seguridad y oportunidades a cada niño y niña.
Un Trabajo que Trasciende
El trabajo social en la Corporación de Infancia es un pilar para el desarrollo de nuestros programas y proyectos, y representa la esencia de nuestro compromiso con la niñez. Los trabajadores sociales no solo aportan conocimientos y habilidades, sino que tocan vidas, inspiran esperanza y dejan una huella imborrable en cada niño y adolescente que acompaña. Su dedicación y entrega nos recuerdan que, con el apoyo adecuado, cada niño puede tener un futuro lleno de sueños y oportunidades.
Invitamos a la comunidad a reconocer y valorar la importante labor de nuestros trabajadores sociales, quienes, día a día, construyen un camino de amor y protección para la infancia.