La Navidad es mucho más que una fecha en el calendario; es una oportunidad de sembrar amor, esperanza y alegría en los corazones de quienes más lo necesitan. Este año, los niños y niñas del programa FAE Pro Victoria nos recordaron el verdadero espíritu navideño: esa chispa de ilusión que enciende los corazones cuando compartimos momentos llenos de magia y cariño.
Como equipo, vivimos una experiencia inolvidable al acompañarlos en una fecha tan especial, visitando sus hogares de acogida y llevándoles no solo regalos, sino también el calor de una sonrisa. Con salidas a terreno, logramos entregar los obsequios en las localidades de Capitán Pastene, Victoria, Lonquimay, Curacautín, Angol y Collipulli, asegurándonos de que la alegría de la Navidad llegara a cada rincón.
Esta celebración no habría sido posible sin el invaluable apoyo del Servicio Mejor Niñez, a quienes agradecemos profundamente por hacer realidad la entrega de los regalos y las cajas de Navidad destinadas a las familias. Su compromiso y colaboración permitieron que estas fiestas se convirtieran en un momento único para los niñod risas contagiosas y ser testigos de su capacidad infinita para soñar y creer. Porque sabemos que la Navidad no se trata solo de recibir, sino de dar desde el corazón, de estar presentes y de regalar momentos que quedarán guardados en la memoria de estos pequeños grandes luchadores.
Que el espíritu de la Navidad siga acompañando a cada uno de estos niños y niñas durante todo el año, recordándonos que, al final, lo más valioso que podemos ofrecer es nuestro tiempo, nuestro cariño y nuestra esperanza.
Queremos expresar nuestro profundo agradecimiento a las familias que son parte del programa. Su amor, dedicación y apoyo son fundamentales para el bienestar y desarrollo de los niños y niñas. Ustedes son un pilar clave en sus vidas, brindándoles un entorno lleno de cariño y seguridad, y por eso, su significado e importancia son invaluables.
