En el paisaje de la vida, el trabajo es siempre un acto noble. Es digno, valioso y respetable en todas sus formas, porque en él habita la fuerza que mueve comunidades, transforma realidades y sostiene esperanzas. Cada trabajador y trabajadora merece ser reconocido, valorado y respetado por su aporte único al bienestar común.
En este Día Internacional del Trabajo, desde Corprix Infancia queremos hacer un especial reconocimiento a quienes dedican su esfuerzo, vocación y compromiso al bienestar de niñas, niños y adolescentes en nuestra región y país.
Su labor muchas veces silenciosa, pero profundamente transformadora, siembra futuro en cada gesto, cada palabra, cada acción. Trabajar por la infancia es sembrar humanidad, es creer en un mañana más justo y lleno de posibilidades para todas y todos.
A todas las personas que día a día aportan con su trabajo al desarrollo de las infancias: gracias por ser parte de esta gran tarea colectiva.
Hoy celebramos el trabajo como un derecho, como una herramienta de dignidad, y como una expresión concreta del amor por los demás.
Celebramos la dignidad de trabajar por la infancia!