El 4 de junio es una fecha que nos invita, como sociedad, a reflexionar profundamente sobre cómo protegemos, cuidamos y valoramos a la infancia. Este día, declarado por las Naciones Unidas, nos recuerda que niñas y niños de todo el mundo pueden verse expuestos a distintas formas de maltrato, descuido o agresión —física, emocional o simbólica— que vulneran su dignidad y afectan su desarrollo.
No se trata solo de mirar las estadísticas ni de enfocarnos en el sufrimiento, sino de asumir colectivamente la responsabilidad de construir entornos más respetuosos, seguros y amorosos para todas las infancias. La agresión hacia un niño o una niña puede tomar muchas formas, y a menudo se perpetúa en lo cotidiano, de manera silenciosa. Por eso, este día nos interpela a detenernos, mirar con sensibilidad y actuar con conciencia.
En Corprix Infancia creemos que la niñez es una etapa única, irrepetible y determinante en la vida de cada persona. Defenderla implica promover una cultura del buen trato y del respeto absoluto por los derechos fundamentales de cada niño y niña, sin distinción de género, nacionalidad, origen étnico, situación económica o cualquier otra condición.
Nuestro rol no es solo intervenir, sino también prevenir, acompañar y transformar. Lo hacemos desde el trabajo diario en territorio, desde la escucha activa, la promoción de vínculos sanos, y el fortalecimiento de una cultura del buen trato.
Este día reafirmamos nuestro compromiso de trabajar por una infancia libre de violencias, donde se garantice el respeto por su individualidad, su identidad y su voz. Nuestra labor se orienta a fortalecer los lazos de cuidado, a acompañar a las familias y comunidades, y a promover una conciencia colectiva que sitúe a la niñez en el centro de las decisiones.
Porque cada niño y cada niña merece crecer con amor, con seguridad y con oportunidades, este 4 de junio no es solo una fecha para recordar, sino una oportunidad para transformar. Que este día nos inspire a seguir trabajando con convicción. Porque proteger la infancia es responsabilidad de todos, y es, sin duda, una de las formas más poderosas de transformar el futuro.
A quienes integran Corprix Infancia, gracias por hacer de este compromiso una realidad. Su labor diaria sostiene la misión de construir un presente digno para la niñez, en el que prevalezca el respeto, la empatía y la justicia.
En este camino, reconocemos y valoramos especialmente el respaldo constante del Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia de la Araucanía, cuyo apoyo ha sido fundamental para fortalecer nuestra labor en el territorio. Gracias a esta colaboración, hemos podido ampliar nuestro alcance, mejorar la calidad de nuestras intervenciones y dar respuestas más oportunas a las necesidades de la infancia.
