En la Residencia Padre Francisco de Temuco, los niños vivieron una hermosa y significativa jornada con la celebración del We Tripantu, el Año Nuevo del pueblo mapuche, una fecha que marca el renacer de la tierra, el regreso del sol y el inicio de un nuevo ciclo de vida.
A través de actividades educativas, los niños exploraron el sentido profundo de esta celebración, conociendo el significado de sus símbolos ancestrales, la relación con la naturaleza y el respeto por la cosmovisión mapuche. Entre relatos, dinámicas y momentos compartidos, aprendieron sobre la importancia del equilibrio con el entorno, del agua, el sol, la tierra y el fuego, y de cómo estas fuerzas se integran en la espiritualidad y cultura de los pueblos originarios.
Uno de los momentos más significativos de la jornada fue el espacio de encuentro en torno a una mesa especialmente preparada, donde los niños compartieron alimentos tradicionales como piñones, sopaipillas. El centro de la mesa estaba adornado con un mültrün (jarro de greda), símbolo de conexión con la tierra y la tradición. La calidez del ambiente, la disposición de los alimentos y el cariño puesto en cada detalle reflejaron el espíritu de respeto, identidad y comunidad que caracteriza al Wetripantu.
Esta experiencia no solo fue un momento de alegría y descubrimiento, sino también una oportunidad para fortalecer el vínculo con las raíces culturales del territorio, despertando en los niños curiosidad, respeto y valoración por la diversidad.
El Wetripantu nos recordó que cada nuevo ciclo es una oportunidad para crecer, aprender y florecer desde el corazón de nuestra historia.
«Kume Newen We Tripantu»