En este mes de septiembre, Chile se llena de banderas, cuecas y volantines que nos recuerdan el valor de nuestra historia y la fuerza de nuestras tradiciones. Las Fiestas Patrias no son solo una celebración de independencia, sino también una invitación a renovar nuestro compromiso con la infancia, acompañando con amor y valores a cada niño, niña y adolescente en su desarrollo, recordando siempre que ellos son el futuro de Chile.
La infancia representa la esencia de nuestro presente. Así como resguardamos con orgullo nuestras costumbres, también debemos proteger los derechos fundamentales de cada niño y niña, asegurando que crezcan en un entorno de respeto, amor y oportunidades. El derecho a vivir en familia, a la educación, al juego y a la identidad son pilares que, al igual que nuestras raíces culturales, dan forma a la nación que soñamos.
Entre empanadas, ramadas y juegos típicos, recordemos que las tradiciones son más significativas cuando se comparten con la infancia. Ver a niños y niñas bailar cueca, remontar volantines o reír en las fondas nos recuerda que ellos son protagonistas de este Chile diverso y solidario.
En estas Fiestas Patrias celebremos con alegría nuestras tradiciones, compartiendo con la infancia el espíritu de la cueca, los juegos típicos y los sabores que nos reúnen en familia. Porque son los niños, niñas y adolescentes quienes dan verdadero sentido a cada celebración, llenándola de risa, ternura y esperanza.

