La magia de la Navidad: Una tradición que une corazones

La Navidad es más que una fecha en el calendario; es una celebración cargada de significado, emociones y recuerdos que perduran en el corazón de niños y familias por igual. Desde la mirada iluminada de un niño al contemplar un árbol decorado, hasta las risas compartidas en torno a una mesa familiar, esta época del año nos invita a detenernos y valorar lo esencial.

Para los niños, la Navidad es sinónimo de ilusión y magia. Es el momento en que los sueños se envuelven en papel de regalo y las noches se llenan de historias sobre generosidad, amor y esperanza. Las tradiciones, como escribir cartas al Viejito Pascuero, decorar el árbol o cantar villancicos, alimentan la inocencia y la alegría propias de la infancia.

Para las familias, la Navidad es un instante para fortalecer los lazos, sanar distancias y recordar que el amor es el mejor regalo que podemos ofrecer. Es una ocasión para reflexionar, agradecer por lo vivido y compartir con aquellos que más queremos. Las cenas familiares, las reuniones con seres queridos y los gestos solidarios nos recuerdan el verdadero espíritu navideño: el de la unión, la paz y la esperanza.

Sin embargo, también debemos recordar con especial cariño a los niños y niñas que, por diversas circunstancias, no podrán pasar esta Navidad junto a sus familias y permanecerán en residencias de protección. Allí, el personal comprometido se convierte en su familia temporal, brindándoles cuidado, cariño y calidez en esta fecha especial. A ellos, que dedican su tiempo y amor para que ningún niño pierda la magia de la Navidad, les debemos nuestro más profundo agradecimiento.

La Navidad es especial porque toca las fibras más sensibles de nuestro ser, invitándonos a dar lo mejor de nosotros mismos y a sembrar amor en los corazones de quienes nos rodean. Es el momento perfecto para enseñar a los niños que los regalos más valiosos no tienen precio y que el verdadero sentido de esta celebración está en compartir, cuidar y amar.

Que en esta Navidad, cada niño encuentre un motivo para sonreír, cada familia un espacio para compartir, y cada corazón la paz que solo el amor puede brindar.

Son los deseos de todos los equipos de Corprix Infancia.

Residencia Villa Niños Collipulli, Residencia San Benito, Residencia Santa Trinidad, Residencia Padre Francisco, Fae Pro Victoria, Residencia Cecilia Widmer.

 

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