Desde la Corporación, vivimos este tiempo pascual como un momento para renovar nuestro compromiso con la niñez y juventud que acompañamos. Pero también es una oportunidad para reconocer y agradecer el trabajo silencioso, profesional y amoroso de todos los equipos que hacen posible esta tarea. Cada integrante aporta su mirada, su saber, su escucha atenta y su entrega cotidiana. Son manos que sostienen, palabras que guían, corazones que creen en el poder de la transformación.
Es gracias a ese trabajo colectivo, a ese tejido humano que se construye día a día, que muchos niños, niñas y adolescentes pueden volver a creer en sí mismos, en los demás y en la vida. Cada acompañamiento, cada espacio protegido, cada gesto de acogida, es una pequeña resurrección que ocurre en lo cotidiano.
Porque cada infancia protegida, cada adolescencia orientada con amor, es una semilla de resurrección para nuestra sociedad. En este tiempo pascual, renovamos nuestro compromiso con cada uno de ellos y ellas, sabiendo que, al igual que la Pascua, su historia también está llamada a florecer.
Feliz Pascua de Resurrecciòn a todos los equipos y en especial un abrazo con gran cariño a cada niño, niña y adolescente acogidos en Corprix Infancia!