INFANCIA Y ADOLESCENCIA EN EL CAMINO DE LA PASCUA

Desde el profundo respeto por la fe y las creencias personales de cada uno, queremos compartir un mensaje que se enmarca en el sentido universal de la Pascua como un tiempo de renovación, esperanza y vida nueva. Pero más allá de lo religioso, la Pascua también puede ser entendida como un símbolo universal de renovación. Es un tiempo para mirar hacia adentro, dejar atrás lo que ya no sirve, y abrirse a nuevas oportunidades. Representa la capacidad de resurgir, de sanar, de construir nuevamente, tanto a nivel personal como colectivo, también nos recuerda la importancia de acompañar a otros en sus propios procesos de renacimiento, especialmente a quienes más lo necesitan.
Este mensaje de vida y transformación encuentra eco en nuestra misión diaria con niños, niñas y adolescentes. En ellos y ellas vemos reflejada esa misma promesa de la Pascua: la posibilidad de renacer, de construir un camino propio, de superar los obstáculos con acompañamiento, cuidado y afecto. Sabemos que la infancia y la adolescencia son etapas decisivas, llenas de preguntas, de construcción de identidad , sueños y también desafíos que necesitan respuestas humanas, cercanas y comprometidas.

Desde la Corporación, vivimos este tiempo pascual como un momento para renovar nuestro compromiso con la niñez y juventud que acompañamos. Pero también es una oportunidad para reconocer y agradecer el trabajo silencioso, profesional y amoroso de todos los equipos que hacen posible esta tarea. Cada integrante aporta su mirada, su saber, su escucha atenta y su entrega cotidiana. Son manos que sostienen, palabras que guían, corazones que creen en el poder de la transformación.

Es gracias a ese trabajo colectivo, a ese tejido humano que se construye día a día, que muchos niños, niñas y adolescentes pueden volver a creer en sí mismos, en los demás y en la vida. Cada acompañamiento, cada espacio protegido, cada gesto de acogida, es una pequeña resurrección que ocurre en lo cotidiano.

Porque cada infancia protegida, cada adolescencia orientada con amor, es una semilla de resurrección para nuestra sociedad. En este tiempo pascual, renovamos nuestro compromiso con cada uno de ellos y ellas, sabiendo que, al igual que la Pascua, su historia también está llamada a florecer.

Feliz Pascua de Resurrecciòn a todos los equipos y en especial un abrazo con gran cariño a cada niño, niña y adolescente acogidos en Corprix Infancia!

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