Desde CORPRIX Infancia, hoy reafirmamos nuestro compromiso en un día que no puede ni debe pasar desapercibido: el Día Internacional contra el Trabajo Infantil. Una fecha que nos convoca no solo a mirar, sino a actuar. A reflexionar con profundidad sobre la realidad que atraviesan millones de niños y niñas en el mundo, privados de su derecho más básico: vivir una infancia plena.
El trabajo infantil no es una simple circunstancia: es una vulneración directa y grave a los derechos de la niñez. Cada niño que trabaja es una historia de sueños postergados, de juegos no vividos, de educación interrumpida. Es una urgencia que nos interpela como sociedad, pero también como instituciones comprometidas con el bienestar y la protección integral de la infancia.
En CORPRIX Infancia creemos firmemente que la niñez es un tiempo sagrado. Un tiempo que debe estar lleno de oportunidades, de afecto, de aprendizajes y de cuidados. Cada niño y niña tiene derecho a crecer en un entorno seguro, a recibir educación de calidad, a disfrutar del juego, y a no ser forzado a asumir responsabilidades que no le corresponden.
Hoy reafirmamos nuestro compromiso con la erradicación del trabajo infantil, impulsando acciones concretas que promuevan entornos protectores, fortaleciendo redes con las familias, las escuelas y la comunidad. Sabemos que detrás del trabajo infantil hay causas estructurales como la pobreza, la exclusión y la desigualdad. Por eso, trabajar por la infancia es también trabajar por una sociedad más justa.
Este 12 de junio no es solo una fecha en el calendario. Es una oportunidad para recordar que los derechos de los niños y niñas no se negocian. Que proteger la infancia es una tarea de todos. Y que solo garantizando sus derechos podremos construir un futuro más humano, más digno y verdaderamente libre.
Porque cada niño y cada niña merece crecer, jugar, aprender y soñar.
Porque ninguna infancia debe ser sacrificada por la urgencia de sobrevivir.
Desde CORPRIX Infancia, hoy y siempre, decimos: ¡No al trabajo infantil!