En las residencias de Corprix Infancia, las manipuladoras de alimentos desempeñan un papel esencial y profundamente valioso en el bienestar y desarrollo de los niños y niñas a nuestro cuidado. Más allá de preparar las comidas, su labor implica brindar una alimentación balanceada y nutritiva, adaptada a las necesidades de cada menor, lo cual es fundamental para su salud, crecimiento y desarrollo integral.
Cada plato que preparan no solo es un acto de dedicación y profesionalismo, sino también una muestra de amor y compromiso hacia quienes más lo necesitan. Las manipuladoras de alimentos no solo cuidan de la calidad de cada ingrediente, sino también de la higiene y seguridad en la cocina, garantizando un entorno saludable y seguro para todos.
Su trabajo es un eslabón crucial en el cuidado diario de cada niño y niña, y su rol en la institución se vuelve aún más relevante porque, a través de cada comida, ofrecen una oportunidad de bienestar físico y emocional. Gracias a ellas, los menores reciben el alimento y el cariño que fortalecen su salud y que contribuyen a un entorno de apoyo y protección.
Su entrega y profesionalismo hacen que el día a día en Corprix Infancia sea mejor, y por ello, merecen el reconocimiento y gratitud de todos quienes formamos parte de esta noble labor.